Ese horrible ambiente a enfermo que hay siempre en los hospitales, te recuerda que estas en uno por algo malo que ha pasado.

Ahora mismo me encontraba dando zancadas de un lado al otro del pasillo en el que estaba la habitación de mis padres.Tenía el movil en una mano y en la otra me estaba mordiendo las uñas.
Todo había ocurrido muy rapido, la madre de Abigail me había traido al hospital, yo había entrado corriendo, me había informado y había conseguido llegar hasta aqui.Pero no puedo entrar ya que estan en observación o no se que leches(cosas de medicos).
Cuando he entrado en el ascensor había un chico(muy mono, por cierto), de ojos marrones, pelo castaño y musculoso. Nos habíamos quedado mirando unos segundos y juro, juro que me suenan un monton esos ojos, pero no se de que, y sinceramente, odio saber que algo me suena pero no saber de que.
El doctor que atiende a mis padres es el doctor Gren, que tambien me suena, bueno, en realidad, yo tenía un amigo en el colegio con ese apellido y éramos inseparables, pero me tuve que mudar porque a mi padre le trasladaron. Jared. Se llamaba Jared. Antes de irme nos hicimos una promesa que...
-¿Señorita Hernandez?-preguntó el doctor asomando la cabeza por la puerta.
Yo fui dando grandes zancadas ya que estaba casi al final de pasillo y me situé junto a él.
-¿Si?-dije
-Puede pasar-dijo con una voz cansada-si me necesita llame desde la habitación.
-Vale.
Asentí. Casi le embisto al doctor Gren cuando entro a ver a mis padres.
Respiro hondo antes de mirar hacia las camillas y de nuevo me invade el ambiente a enfermo, y tengo que apollarme en la pared para no marearme.
Es la tipica habitacion de hospital con dos camas. Mis padres están tumbados en ellas y están ambos enganchados a un monton de aparatos. Se olle el pitido leve de una de las maquinas que es ritmico por lo que serán las pulsaciones del corazón. Ambas van igual.Me acerco y me pongo en medio de las dos camas. De repente una maquina empieza a pitar desesperadamente y otra tiene un pitido constante. Se que esto es algo malo. Doy a un botón que hay en la pared en medio de las camas. Casi al instante aparece el doctor Gren que al ver lo que pasa da mas veces al botón rojo y me dice que salga. Salgo de la habitación y empiezan a llegar mas medicos. Todos me dicen que vaya a la sala de espera, que aqui no hago nada.

Llevo más de cinco minutos en la sala de espera cuando alguien me pone el pañuelo que llevaba antes en el cuello ante mis ojos. Miro al que lo tiene cogido y resulta ser el chico del ascensor.
-Se te calló cuando salistes del ascensor-dijo dejandolo caer sobre mi regazo(estaba sentada, si, raro en mi ya que estoy muy estresada).
-Gracias- digo y me doy cuenta de que me tiembla la voz.
Se sienta en un asiento blanco a mi lado y me mira. Jugueteo con el pañuelo entre mis dedos.
-¿Que te pasa?-dice al cabo de un rato
-¿Qué?- dijo  entonces mi voz parece llorosa. Es entonces cuando me doy cuenta de que estoy llorando.-Oh...Lo siento.
-¿Sabes?-dijo mirando a la nada-Antes eras mas fuerte, no eras fragil. Pero has cambiado en todos los aspectos...la verdad-dice mirando mi pelo.Coge un mechon y juguetea con él- Antes tenías el pelo casi negro, ahora la tienes muy claro, casi rubio.¿Te has teñido?
-No-suelto precipitadamente. Es lo unico que se me ocurre decir. Le miro a los ojos.-¿Tu que sabes si yo era fragil o no y si mi pelo era oscuro o claro? Solo nos hemos cruzado en el ascensor-digo malhumorada sin saber por qué. Aunque a acertado sobre mi pelo y supongo que mi caracter.
- Al principio no te reconocí-hizo una pausa-Pero entonces saliste del ascensor, como con medo, como si temieras que fuera a desapareces y caerías al vacío, entonces me di cuenta de que era tú Elena.
¡Coño! Los ojos, marrones, los ojos, esos ojos. De pronto una enorme sonrisa ilumina mi rostro.
-¡Jared!-casi grito y me abalanzo sobre él.